⚠️Lo que no me convence tanto

• Si tienes la piel muy seca, puede que se te quede corta de hidratación en invierno.
  
  

• El tarro, aunque bonito, no es el formato más higiénico (ya sabéis, mejor usar una espátula o las manos bien limpias).
  
  

• La fragancia es deliciosa, pero si eres muy sensible a los perfumes en cosmética, podría resultarte un poco intensa al principio.

✨Lo que he notado

Después de unas semanas, noto la piel más luminosa y uniforme. No es que borre manchas de la noche a la mañana (ninguna crema lo hace), pero sí me da ese efecto de piel viva, con mejor tono y textura.
El ácido láctico se nota suave, ayuda a mantener la piel lisa sin irritar, y la frambuesa aporta un punto antioxidante que se agradece.

Además, no me ha causado granitos ni brillos, lo cual es un punto extra. Siento la piel más equilibrada, hidratada y con ese toque saludable que solo consigues cuando la rutina encaja contigo.

Esta crema de Kueshi se ha ganado un hueco en mi tocador. Tiene una fórmula equilibrada, ligera y eficaz, perfecta para pieles normales o mixtas que buscan hidratación sin grasa y un toque de luminosidad natural.

💛 Me encanta porque me deja la piel fresca, jugosa y con buena cara incluso en los días grises.

Por su precio y resultados, la considero un pequeño capricho accesible que funciona. No promete milagros, pero cumple lo que promete: hidratar, suavizar y aportar luz.

Yo la seguiré usando, sobre todo en mis rutinas de mañana, porque me recuerda por qué disfruto tanto de esos cinco minutos frente al espejo: un ratito de autocuidado, olor a frambuesa y una piel que sonríe un poquito más. 🍓✨